Caminaba o vagaba entre las calles de una ciudad perdida, caminar sin rumbo era su mejor destino, lo hacia tratando de ver el alma de la gente que pasaba a su lado, para darse un poco de esperanza y confiar en que una de ellas sería la suya. Caminó y lo hizo con la seguridad de que no avanzaba.
Un día vio a un ser con la tristeza jamás sentida, quiso alcanzarlo, reconfortarlo, abrazarlo y platicar de la paz y de la inexistencia que reinaba su vida, lo siguió por varias calles antes de atreverse a hablarle, cuando estuvo a punto de tomarle la mano, cerró los ojos... volvió a dormir.
Desvelo
Rompiendo paradigmas!!
Que la memoria no sirva para recordar
Que mis pasos no sirvan para seguir
que mi voz deje de gritar en silencio...
nunca es para siempre