sensación paralizante

Justo a la entrada del metro, un cuerpo tirado, totalmente acostado sobre el piso, la gente pasaba murmurando, yo abstraída en mi otra realidad no me había dado cuenta, hasta que tan sólo a unos pasos me detuve (o me detuvo) al ver el cuerpo en el suelo.
Mi paso se alentó junto con mis ganas de pasar saliva, de pronto tuve la necesidad de sentir mis pies, de hablar con alguien, de tocar cualquier objeto que me dijera que no era yo la que estaba en el piso.
Sólo hallé volverme invisible como todos los que caminaron a su lado, pidiendo (con gran egoísmo) que estuviera vivo, dormido, tomado o drogado, pero vivo, tan sólo que respirara y así callar mi consciencia y mi fobia...

sólo me cubre la sensación de no estar conmigo.

Tomando Kfé

Te veo tomando café como desde hace tantos años
y se me hace agua la boca
y te me sigues antojando...

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Manifiesto del Anormalismo

Sirva esto como eco de una voz despierta... y continuar

Autor: El chico desenfocado...
En los tiempos de normalidad abusiva, dictatorial y homogeneizadora los seres que dan más importancia a su propia excentricidad brillan con una luz que la mayoría de veces es tachada de oscuridad. Sí amigos, el oscurantismo no es que predomine, es que se ha convertido en la base de una sociedad que quiere ver muertos a sus individuos más ilustres. O al menos quiere ver muerta esa ilustre individualidad. Esta sociedad nos ofrece opio paralizante en cada acto, en cada pequeña manifestación de una cultura predominante, viciada, robóticamente deshumanizada.No es una reflexión nueva ni novedosa, ya Stuart Mill, Tocqueville, Marx u Ortega y Gasset, entre otros, supieron ver este intento de ‘individualicidio’ que, de una manera más o menos programada, la sociedad impone a las mentes más preclaras. En el mejor de los casos, el resultado de este aislamiento resulta una ‘muerte social’, un mirar por encima del hombro al ser que proclama su excentricidad como única bandera, que no sabe de naciones, ideologías, religiones, tierras o terruños.Mi única patria es mi propia mente. No ya en un sentido surrealista, proclamando la percepción de la mente sin mediación de la razón como única manera de expresión posible. Sólo es una de tantas. Tantas como mentes únicas piensen, como seres únicos que se resistan a ser homogeneizados existan.¿Personalismo? ¿Individualismo? Poned la etiqueta que queráis, aunque por principios, me resista a etiquetar mi propio pensamiento. Al fin y al cabo, somos humanos, y lo único que nos diferencia de los animales es nuestra ansia por clasificar y explicar un mundo inclasificable. Eso y el Amor.Desde estas líneas, pues, proclamo este manifiesto de la Libertad como la única manera para alcanzar la verdad. Anclémonos en los clásicos para poder librarnos de sus yugos.
Hermanos, ¡renaced!
http://anormalismo.blogspot.com/

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